
Datos sobre el agua embotellada

HECHOS DE CONTAMINACIÓN DE LA BOTELLA DE AGUA
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Contaminación de la botella de agua
En 1976 los estadounidenses bebieron un promedio de 1,6 litros de agua embotellada cada año. Aproximadamente 30 años más tarde el consumo aumentó a 30 galones por persona, según el Instituto de Política de la Tierra --- a pesar del hecho de que el agua embotellada puede costar entre 240 a 10.000 veces más que el agua del grifo, que se trae a su casa por centavos galón. El agua embotellada también crea su propia parte de la contaminación --- la producción de botellas de plástico requiere millones de barriles de petróleo al año y el transporte de agua embotellada de su fuente a las tiendas libera miles de toneladas de dióxido de carbono. (Ver Referencias 1)
Consumo de aceite
Según "National Geographic", los estadounidenses beben más agua embotellada que cualquier otra nación, comprando unos impresionantes 29.000 millones de botellas cada año. Hacer todo el plástico para esas botellas usa 17 millones de barriles de crudo anualmente. Eso equivale al combustible necesario para mantener 1 millón de vehículos en la carretera durante 12 meses. Si usted llenara un cuarto de una botella de agua plástica con aceite, usted estaría mirando aproximadamente la cantidad usada para producir esa botella. (Véase las referencias 2)
Reciclaje
La tasa de reciclaje para esos 29 mil millones de botellas de agua es baja; Sólo alrededor del 13 por ciento terminan en la corriente de reciclaje donde se convierten en productos como ropa de lana, alfombras, cubiertas, equipos de juegos infantiles y nuevos contenedores y botellas. En 2005, eso significó que aproximadamente 2 millones de toneladas de botellas de agua terminaron en vertederos de los Estados Unidos, según el Consejo Nacional de Defensa de Recursos (NRDC) (ver Referencias 3, Pregunta 7). Las botellas de plástico tardan siglos en descomponerse y, si se incineran, se liberan a la atmósfera subproductos tóxicos, como el gas de cloro y las cenizas que contienen metales pesados.
Transporte
El agua embotellada a menudo lleva un largo viaje a los mercados de los Estados Unidos. En 2006, el equivalente a 2 mil millones de botellas de medio litro llegó a los puertos de los Estados Unidos, según el NRDC. Fiji envió 18 millones de galones de agua embotellada a California, liberando cerca de 2.500 toneladas de contaminación relacionada con el transporte. El envío de agua embotellada de Europa Occidental a la ciudad de Nueva York ese año liberó 3.800 toneladas de contaminación. El Earth Policy Institute estima que la energía utilizada para bombear, procesar, transportar y refrigerar el agua embotellada es de más de 50 millones de barriles de petróleo anualmente (ver Referencias 4).
Contaminantes
El agua embotellada no siempre es tan segura como el agua del grifo. El NRDC llevó a cabo un estudio de cuatro años de la industria del agua embotellada y concluyó que aunque la mayoría del agua embotellada es segura para beber, hay áreas de preocupación. Aproximadamente el 22 por ciento del agua analizada contenía niveles de contaminantes que excedían los estrictos límites de salud del estado. Un estudio encontró que la hormona que perturba los ftalatos había lixiviado en el agua embotellada que se había almacenado durante 10 semanas. (Véase las referencias 3, preguntas 2 y 3)
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Los mexicanos son los que más agua embotellada consumen en el mundo.
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En medio de una situación definida por expertos como de "estrés" o de "inseguridad" en el sector hídrico, el pobre servicio de agua potable que afecta al país impacta en los bolsillos de la sociedad.
Y el fenómeno representa una amenaza para el medio ambiente por el elevado consumo del plástico y el desecho que se genera.
En México hay un manejo inadecuado de los recursos hídricos y un servicio deficiente, advierten especialistas, quienes aseguran que el suministro suele ser insuficiente, irregular y de baja calidad.
El abastecimiento de agua se da por tres vías: la red de servicio público, la compra de agua embotellada (desde los 325 mililitros hasta los garrafones de 20 litros) y las pipas (camiones cisterna que suelen contener 10.000 litros).
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Tres empresas concentran el 82% del mercado de agua embotellada en México: la francesa Danone y las estadounidenses Coca-Cola y PepsiCo
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La inmensa mayoría de los ciudadanos se ve forzada a complementar el servicio de agua que reciben del Estado.
Tres factores influyen en el elevado consumo de agua embotellada en el país, señala el Dr. Rául Pacheco-Vega, profesor investigador del Centro de
Investigación y Docencia Económicas (CIDE).
"La poca confiabilidad en los sistemas operadores de agua, el incremento del acceso y la conveniencia del agua embotellada y la falta de una estructura regulatoria que controla esta industria creciente", le dice a BBC Mundo.
Desconfianza
Según cifras de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), a fines de 2013 —últimos datos disponibles— la cobertura de agua potable a nivel nacional era de 92,3% (95,4% en zonas urbanas y 81,6% en zonas rurales).
Sin embargo, el escepticismo sobre la calidad del agua corriente es generalizado.
"Yo desconfío, imagino que no es potable", le dice a BBC Mundo Sonia, residente de la delegación de Iztapalapa, en el este de Ciudad de México.
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En su hogar viven siete personas y cada semana debe comprar dos garrafones de 19 litros que le cuesta 13 pesos cada uno (US$0,80) y otro de 11 litros.
A mitad de semana debe rellenar al menos uno de los de mayor tamaño.
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Más del 70% de las ventas de agua embotellada, ya sea en tiendas o a través del servicio directo al hogar, se da en estos garrafones, donde el litro se consigue por menos de 2 pesos.
Además, Sonia gasta alrededor de 100 pesos al mes para pagar la tarifa de agua potable que apenas usan en su vivienda para bañarse y lavar.
"Es un costo importante", se lamenta, "le pedí al propietario que no nos cobre eso, que es demasiado".
Es una situación que se repite en millones de hogares en el país.
Un costo para los hogares
De acuerdo a datos de la consultora Euromonitor International, México fue el año pasado el principal consumidor de agua embotellada en el mundo.
Cada mexicano tomó 163,5 litros.
Esa cifra sólo toma en cuenta las venta en supermercados, tiendas y almacenes, por lo que no incluye las compras en bares o restaurantes.
Un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) de 2011, todavía citado como referencia por los académicos que estudian el tema en el país, determinó que 81% de los mexicanos consume agua embotellada.
De esta forma, los hogares terminan desembolsando entre 5% y 10% de sus ingresos en agua embotellada.
El problema es más acuciante para los que menos tienen. Entre los pobres, ese gasto llega a representar el 20%.
El BID considera que hasta el 5% es un porcentaje que se enmarca dentro de lo esperado.
Aunque las cifras oficiales marquen que más de nueve de cada personas cuentan con agua potable, la realidad es otra.
Se estima que la mitad de los hogares tienen un suministro esporádico. Y los especialistas advierten sobre la gravedad del asunto.
"Estamos en una categoría que llamamos de estrés hídrico, quiere decir que cada vez hay menos agua y esta agua es de menor calidad", le dice a BBC
Mundo Jorge Alberto Arriaga, coordinador del Observatorio Hídrico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Arriaga y su equipo han realizado encuestas entre la población y asegura que casi el 100% de la gente no confía en la calidad del agua.
"Como te la está dando el gobierno, y con el gobierno hay una gran desconfianza de entrada, tú le tienes desconfianza al agua que es producto de ese sistema", explica.
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En algunos casos, cuenta, a la gente le llega un agua con color y sabor a cloro y aunque el líquido sea potable, al no estar acostumbrados, no lo toman.
El gran mercado
Todo ello resulta en un gran negocio para algunos.
Tres empresas concentran el 82% del mercado de agua embotellada en México: la francesa Danone y las estadounidenses Coca-Cola y PepsiCo.
"Los mexicanos gastan en la compra de agua embotellada el 70% de lo que se recauda por tarifas del servicio de agua", asegura Arriaga.
De acuerdo a una estimación de la revista Forbes del año pasado, la ventas de agua embotellada de las principales empresas en México alcanzarán los US$13.000 millones en 2015.

Pero en total se calcula que hay unas 7.000 embotelladoras del producto, la gran mayoría pequeñas empresas e incluso algunas clandestinas, indica Pacheco-Vega, autor del estudio "Agua embotellada en México: de la privatización del suministro a la mercantilización de los recursos hídricos".
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El consumo de agua embotellada aumentó 4% el año pasado, en parte a raíz de un nuevo impuesto a las bebidas azucaradas que elevó su precio en el marco del combate a la obesidad o sobrepeso que afecta al 70% de los mexicanos.